domingo, 10 de marzo de 2013

Estallido Violáceo.

Las Jacarandas no pasan por verde,
pues añoran tus ojos.
Se precipitan, y en invierno estallan buscando un verdor.
¿Qué has hecho para robarles el aliento?
No hay romancero sonámbulo que las consuele.
Tras tu mirada van, oscilando en tu figura,
formando mares elipsoidales.
No basta poblar el cielo con violáceo
cuando tu voz le susurra al viento.
No basta ramificar los suelos
cuando tus manos rozan un cuerpo.
¿Qué has hecho para robarme el aliento?
¡Ay de las Jacarandas que sueñan con bañarte!
Si las dejaras tocarte, ensordecerían las calles.
Si las dejaras cubrirte, emergerían las aves.
Si me dejaras mirarte, si me dejaras mirarte.
¿Qué has hecho para robarnos el sueño?
 ¡Ay de las Jacarandas que ansían tu cuerpo!
Tu verde brota y embebe.
En tu piel germinan anhelos.
¡Estallen en ella, Jacarandas, cubran su verde!