miércoles, 20 de octubre de 2010

A prueba de mí

Porque mi maquillaje no es a prueba de lágrimas, ni mis lágrimas a prueba de olvido.

Las ojeras prometen el desamparo de los sueños y el alba promete un nuevo día.
Este esbozo de sonrisa creada, esta risa alargada, estos risueños matices en mi cara, dulces máscaras de una ironía maldita que atormenta y exprime sin dar reparo del llanto que retoza, frío.

Árboles, niños, macetas, carros, siluetas, colores, edificios, umbrales, faroles, pasan al filo de mis ojos cristalinos , uno tras otro y otro, sin cesar, minutos que van y no vuelven, segundos que se pierden en el amargo sonar del tiempo.

Manos absurdas que cubren mi cara confusa, censurando el gemir, tallando crudeza, surcando piel virgen de alegrías.
Vislumbrar pureza, encontrar el punto de equilibrio entre el "bien" verdadero y el "bien" fingido, buscar las raíces del ceño fruncido.

Semillas ácidas del pavor, palidez de aliento y un reflejo a prueba de mí.